Montevideo dios te bendiga
Por: Darío Valle Risoto
Una película de origen Serbio que nos narra con lujo de detalles y absoluta fidelidad a la estética de principios del siglo pasado, las peripecias de la selección Yugoslava de fútbol que participó en el mundial de 1930 en la lejana ciudad de Montevideo.
A través de los ojos sabios de un niño lustrabotas con una pierna lisiada veremos como desde sus inicios el futbol sirvió tanto para alimentar rivalidades entre grupos, razas o etnias como así también para estrechar la amistad entre hombres de muy diferentes extractos sociales y hasta de veredas antagónicas.
Tirka es un joven inquieto que domina perfectamente el balón e ingresa al BSK un cuadro de fútbol Serbio que se enfrenta en clásicas contiendas con el cuadro Yugoslavo, de estos dos grupos y no sin muchas confrontaciones saldrá la selección que deberá conseguir dinero para viajar al otro lado del mundo y disputar la primera copa mundial de fútbol. Así el niño que les mencioné antes oficiará como amuleto de la suerte primero de Tirka y luego de un grupo de jóvenes que verán estrechar una amistad a toda prueba sobretodo cuando deban enfrentarse en un partido amistoso con la selección de Bulgaria, país enemigo histórico de los Yugoslavos..
Aún para los que no seguimos el fútbol esta es una muy buena historia y más allá de lo real o ficcional de este primer campeonato. Es cierto, visto por los ojos de un país que vivió constantes luchas internas entre naciones que separadas o no todavía hoy conservan viejos rencores, es bueno reconocernos como seres humanos donde la amistad no tiene fronteras pero a veces los odios tampoco.
Bien filmada, con escenas de juego bien llevadas y con actores jóvenes o viejos que manejan un guión perfecto donde cave también el humor como el del dueño del bar que se distrae cada vez que hacen un gol y mantiene un sano enfrentamiento con el barbero del frente. Recomendable sin dudas.
Por: Darío Valle Risoto
Una película de origen Serbio que nos narra con lujo de detalles y absoluta fidelidad a la estética de principios del siglo pasado, las peripecias de la selección Yugoslava de fútbol que participó en el mundial de 1930 en la lejana ciudad de Montevideo.
A través de los ojos sabios de un niño lustrabotas con una pierna lisiada veremos como desde sus inicios el futbol sirvió tanto para alimentar rivalidades entre grupos, razas o etnias como así también para estrechar la amistad entre hombres de muy diferentes extractos sociales y hasta de veredas antagónicas.
Tirka es un joven inquieto que domina perfectamente el balón e ingresa al BSK un cuadro de fútbol Serbio que se enfrenta en clásicas contiendas con el cuadro Yugoslavo, de estos dos grupos y no sin muchas confrontaciones saldrá la selección que deberá conseguir dinero para viajar al otro lado del mundo y disputar la primera copa mundial de fútbol. Así el niño que les mencioné antes oficiará como amuleto de la suerte primero de Tirka y luego de un grupo de jóvenes que verán estrechar una amistad a toda prueba sobretodo cuando deban enfrentarse en un partido amistoso con la selección de Bulgaria, país enemigo histórico de los Yugoslavos..
Aún para los que no seguimos el fútbol esta es una muy buena historia y más allá de lo real o ficcional de este primer campeonato. Es cierto, visto por los ojos de un país que vivió constantes luchas internas entre naciones que separadas o no todavía hoy conservan viejos rencores, es bueno reconocernos como seres humanos donde la amistad no tiene fronteras pero a veces los odios tampoco.
Bien filmada, con escenas de juego bien llevadas y con actores jóvenes o viejos que manejan un guión perfecto donde cave también el humor como el del dueño del bar que se distrae cada vez que hacen un gol y mantiene un sano enfrentamiento con el barbero del frente. Recomendable sin dudas.
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